Comunidad Católica de Lengua española de Mainz
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Carta del Obispo en tiempo del Coronavirus

Mainzer Dom (c) Sergey Ashmarin - CC BY-SA 3.0

Estimados Sacerdotes, queridos agentes pastorales (Seelsorgerinnen und Seelsorger), Hermanas y Hermanos!
Cuando recibieron mi carta pastoral el primer domingo de cuaresma, nadie podía imaginarse como serían las semanas siguientes. Muchas personas se han enfermado, no pocas temen por su vida. En esta situación muchos de nuestros derechos han sido masivamente restringidos. Debemos renunciar a contactos y encuentros, para protegernos mutuamente y desacelerar la propagación del Coronavirus SARS-CoV-2.
También se ven afectadas nuestras misas y celebraciones: hasta después de Pascuas, como comunidad no podemos celebrar en público, ninguna misa. Se pueden imaginar, que esto es una de las situaciones más difíciles que nosotros como iglesia podemos tener: no poder tener más celebraciones juntos, especialmente la eucaristía/misa, que es el centro de nuestra Fe. Agradezco a todos quienes llevan con entendimiento y creatividad este paso necesario. Porque me doy cuenta de que muchas personas con todos los miedos y preocupaciones en sus familias y hogares o también solas desarrollan una activa vida de oración. Muchas siguen el llamado a rezar juntos de nuestra Diócesis, de la Diócesis de Limburg y de la iglesia evangélica, prendiendo una vela y rezando una oración con las campanadas de las iglesias por las tardecitas. Esto demuestra que nosotros en esta crisis nos entendemos como comunidad orante. En estos momentos tenemos que evitar todas las situaciones que apeligren el contagio.
Les pido a todos mucha sensibilidad en el trato con esta situación. La restricción les toca más duramente a todos aquellos que querían celebrar una Boda, Bautismo, Primera Comunión, o Confirmación y ahora deben cambiar sus planes. Entiendo muy bien que muchos de ellos esten decepcionados. Lo duro que es esta restricción lo experimentan con seguridad sobre todo aquellos que ahora han perdido a un ser querido. El despido de nuestros difuntos es solamente posible bajo estrictas condiciones. Para los afligidos esto es muy doloroso. Las consecuencias de esta experiencia nunca antes vivida para algunas personas, ahora no pueden ser previstas .
También para mí como Obispo las experiencias de las últimas semanas son difícil de soportar. Me preocupo mucho por los mayores, los enfermos y por la gente que está sola. Les pido a todos que miremos bien a quienes en particular dependen del contacto y la ayuda de otros. Pienso por sobre todo en las personas mayores que no utilizan medios digitales y por ello están excluídos de la información y las posibilidades de comunicación a través de internet y las redes sociales. Les pido a ustedes agentes pastorales (Seelsorgerinnen y Seelsorger): acercarse concientemente a estas personas, aquí quiero darles una sugerencia concreta: probablemente conocen a personas mayores que siempre han ido a misa y que viven solas y tienen pocos contactos. Por favor llámelas por teléfono especialmente en estos momentos! Con esta iniciativa específica se asienta un signo de cercanía y cuidado. Quizás hayan también voluntarios que normalmente hacen visitas, quienes en los días previos a la Pascua estén preparados para hacer este tipo de “visitas telefónicas” a los miembros de la comunidad.
A pesar de lo difícil de esta situación, tengo la fuerte esperanza de que la pandemia fortalece nuestro sentir de que juntos somos y pertenecemos a una misma comunidad. Nos necesitamos mutuamente. Nosotros vivimos de la consideración de todos, otros viven del hecho de que yo posponga, si es necesario, mis necesidades personales. Estos son procesos de aprendizaje que pueden cambiar a nuestra sociedad en el sentido positivo. Les
animo a todos, quienes necesitan ayuda y consuelo a utilizar nuestro Seelsorge (hablar con los agentes pastorales).
Nos encaminamos hacia la semana santa y la fiesta de pascuas. En la catedral de Mainz las misas se celebrarán en un marco humilde y será transmitido. Muchas comunidades harán lo mismo. Las misas y celebraciones pueden vivirla o compartirla también a través de la televisión, radio e internet. Además les invito a celebrar misas en casa y rezar juntos en familia. Por favor aprovechen la posibilidad de estar en red e intercambiarse espiritualmente. Quien está solo puede así tener la experiencia de una comunidad que fortalece y consuela. Las oraciones personales también están incluídas en la gran oración de la iglesia. En los días de cuarentena he sentido como la oración fortalece en el día a día.
Les deseo a todos la experiencia de no sentirse solos. Estamos fielmente rodeados de la Gracia, como el teólogo evangélico Dietrich Bonhoeffer ha creído- en la soledad de su celda en la prisión.
No voy a dejar pasar, agradecer a quienes en sus comunidades y en Mainz han ayudado a tomar decisiones y a reaccionar ante esta crisis, muchas veces con pasos acelerados. Especialmente el Obispo auxiliar Dr. Udo Bentz y el equipo de crisis se han planteado esta tarea de manera sobresaliente. Les agradezco además a todos los sacerdotes, Seelsorgerinnen und Seelsorgern (agentes pastorales), todos los empleados que se esfuerzan intensivamente, también ahora, en estar presentes para las personas que le han sido confiadas y desarrollando mucha cretividad.
Mi vista va más allá del terreno de la iglesia: un gran agradecimiento va para aquellos, quienes a menudo bajo riesgo, se encargan de que no nos falte nada: profesionales médicos, personas encargadas de las tiendas, que permanecen abiertas, personas del transporte público, en los servicios públicos y en muchos otros puestos. Gracias de todo corazón.
Queridas hermanas y hermanos, les animo a darle una forma espiritual personal a las próximas semanas. Le renuevo mi invitación a tomarse el tiempo para la oración personal, la lectura de la sagrada escritura y el cantar juntos en familia. Para la celebración de la misa en casa, les recomiendo el modelo en referencia litúrgica del ordenariato episcopal que fue creado para el jueves santo, viernes santo y domingo de pascuas. Éstas y otras propuestas la pueden bajar de la página de la diócesis (www.bistum-mainz.de).
Les deseo a todos salud, a los enfermos recuperación, fuerza y esperanza. Sobre todos sea la bendición de Dios, quien nos acompaña en tiempos buenos y difíciles.
Para los próximos días de semana santa y pascuas les deseo la luz del crucificado y resucitado.
Su
Peter Kohlgarf
Obispo de Mainz
Traducción: Natalia Ruiz Diaz de Schödl