Jn 13,21-38:
Jesús conoce la debilidad de sus discípulos y se hace cargo de ella. Judas y Pedro son dos modelos de discípulos que tienen que ser releídos y comprendidos con lentes simbólicos. Estos dos discípulos tienen que decir algo a cada cristiano. Cada bautizado ha de estar atento para captar, en su propia vida, y corregir cuantas veces sea necesario, las actitudes en las que encarnan a Judas o a Pedro. Negar o traicionar a Jesús es algo que, a la postre, se puede hacer con facilidad. La propuesta de Jesús es compleja. La exigencia de seguirle, hasta las últimas consecuencias, trae consigo la tentación de traicionarlo o negarlo. No podemos olvidar que cada creyente es el "traidor amado" o el "negador amado". Cuando nos reconozcamos traidores o negadores en potencia, entonces podremos comenzar a encarnar al "discípulo amado", en fidelidad de amor. Cada nuevo día es un nuevo desafío en el camino de fidelidad a Dios.
Gracias Jesús, por acojer mi debilidad y confiar en mí.