Jn 16,5-11 "Me voy, y os lo enviaré."
A veces tenemos la sensación de que Jesús se ha «ido» de nuestra vida y de nuestro mundo. Ante una clara injusticia, una muerte cruel o una situación sin aparente salida, podemos sentir una tristeza y un dolor similares a los que sintieron los discípulos ante el asesinato de Jesús. Cuando el justo y santo es condenado y ejecutado, podemos pensar que se han tergiversado todos los valores verdaderos. En nuestra ayuda viene del Espíritu Defensor que nos hace presente al resucitado y nos reafirma en la verdad de su Evangelio.
¡Ven, Espíritu de verdad, y ayúdanos a discernir dónde está la auténtica justicia!