Schmuckband Kreuzgang

Adviento 2023

Carta de Navidad del Obispo Kohlgraf

Bischof Kohlgraf (c) © Bistum Mainz
Bischof Kohlgraf
Datum:
Di. 5. Dez. 2023
Von:
Natalia Ruiz Diaz de Schödl

                                                                                                                                       Adviento 2023

 

Queridos hermanos y hermanas en la Fe,

¡ Les deseo una bendecida y pacífica Navidad 2023 y un buen año 2024 bajo la protección y bendición de Dios!

„Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres: ésta es la hora de su gracia“ (Lc 2,14) nos cantarán nuevamente este año los ángeles en los campos de Belén y nosotros nos uniremos en nuestras celebraciones a este canto. „Paz en la tierra“, algo que suena tan lejos. Hoy miramos muchas regiones de nuestro mundo y nos espantamos de la violencia y el sufrimiento que las personas se infligen entre sí. Todavía hay guerra en Ucrania, los habitantes de Tierra Santa han experimentado un terror indescriptible en 2023 y muchos otros focos de guerra se están pasando por alto. Y miro a nuestro país, donde a primera vista reina la paz. Divisiones atraviesan la sociedad, la confianza mutua disminuye, el pensamiento y el lenguaje se vuelven más agresivos e incluso en la iglesia reina no pocas veces la desconfianza y el desacuerdo. Muchas personas también conocen en su entorno un corazón sin paz, heridas en pensamientos, palabras y obras. También este año puede surgir la pregunta de si la Navidad no es una cursilería, en vista a estas realidades y si nosotros como cristianos, también a través de nuestras celebraciones, no espolvoreamos solamente una capa de azúcar sobre este mundo que es difícil de soportar y que después de unos días de olvido, este mundo parece más absurdo. La encarnación del Hijo de Dios en nuestro mundo probablemente no sea una capa de azúcar, ni ayer ni hoy. Hablamos de Él como Salvador. Viene a un mundo enfermo en el que la gente comete violencia y transforma el mundo que Dios creó tan bien en un lugar que enfrentamos día tras día. El anhelo de paz en la tierra no suprime la realidad, pero confía en que Dios hará posible cambios paso a paso.

En nuestra forma de creer, la lógica de la violencia y el odio no tiene la última palabra. La redención no es una hazaña mágica con la que Dios simplemente borra el sufrimiento. Esto es lo que los creyentes esperan al final de los tiempos. Sin embargo, actualmente somos responsables de andar y dar forma a los pequeños y arduos pasos hacia la paz y un mundo nuevo. La redención comienza dentro del hombre. Su corazón, su mente, sus pensamientos y acciones deben ser cambiados, no a través de sus propias fierzas, sino a través de la transformación interior a través del Espíritu de Dios: „¿ Cómo puedo captar la paz que vino a los hombres con la venida de Dios? La respuesta sólo puede ser: que yo, en el lugar donde me encuentre, prepare el camino para la paz de Dios“ (Eberhard Schockenhoff). En este sentido, los ángeles no hacen exigencias. Dan a las personas la oportunidad de ser personas agradables a Dios. La Navidad es una prueba de que Dios se interesa por nosotros, y más aún que se dirige a nosotros con amor. Para mí, el mayor misterio en los muchos conflictos es que las personas que creen en un Dios que se vuelve hacia ellos, se atacan entre sí. Hermanos y hermanas se convierten en asesinos unos de otros. Los ángeles no expresan un deseo, sino una promesa para nosotros los humanos.

„Gloria a Dios en las alturas“, comienza el canto de los ángeles. Dios se inclinó hacia nuestro mundo, se hizo hombre, mostró cuanto significamos para él. Vino como un niño en un establo, a nuestra pobreza y pequeñez. Nunca habrá un día más en que tengamos que decir que estamos solos y que no hay Dios entre nosotros. Esta es la promesa de Dios para el nuevo año. Cada día debería ser ahora una respuesta a esta complacencia de Dios. Dar Gloria a Dios significa que cada día debe comenzar con Fe en este Dios, quien nos acompaña día tras día. Dar Gloria a Dios significa alinear los pensamientos y palabras a su voluntad. Dar Gloria a Dios significa participar en la vida de la Iglesia, buscando continuamente la cercanía de Dios en los sacramentos, aunque falte la motivación para hacerlo. Será cada vez más importante en nuestra sociedad que los cristianos den testimontio más consciente de la Gloria de Dios. Agradezco a todos los que se preocupan por transmitir la Fe, a los padres, a los profesores y a todos los que trabajan en la pastoral. Muchos adultos pierden el contacto con la Fe porque la Fe que alguna vez les fue transmitida pierde relevacia para ellos. A veces el acceso a determinados contenidos de la Fe no ha sido desarrollado. Esto a nosotros como Iglesia no nos puede ser indiferente, porque el Evangelio es en realidad un mensaje de vida, de vida en abundancia. „Gloria a Dios en las alturas“ – la gente debería experimentar que la Fe puede ser algo maravilloso si libera a la gente por dentro.

La Fe puede abrir el cielo y con él horizontes y perspectivas y puede convertir a las personas en colaboradores de la paz. Muchos problemas en este mundo nos dejan indefensos.

A veces solo nos queda orar esperanzados ante el pesebre. Esta oración primero nos transforma a nosotros mismos, que es el primer paso hacia un mundo diferente.

Que Dios les dé a todos sus bendiciones.

 

Peter Kohlgraf

Obispo de Mainz

 

Traducción: N. Ruiz Diaz de Schödl