“¡La paz esté con todos ustedes! Queridísimos hermanos y hermanas, este es el primer saludo de Cristo Resucitado, el Buen Pastor que dio la vida por el rebaño de Dios. También yo quisiera que este saludo de paz entrara en sus corazones, llegara a sus familias, a todas las personas, dondequiera que estén, a todos los pueblos, a toda la tierra. ¡La paz esté con ustedes!”
Estas fueron las primeras palabras de nuestro nuevo Papa electo por 133 cardenales. Es el Pontífice Nr. 267 de la Iglesia universal. Un «hijo de San Agustín», un misionero de Chicago con raíces mixtas —francesas, italianas e ibéricas— que se presenta al mundo con las insignias papales y habla en italiano, español y latín. Nació en los EEUU, fue Obispo en Chiclayo, Perú hasta hace 2 años, cuando el Papa Francisco lo llamó a trabajar con él en el Vaticano.
En español saludó a su diócesis de Chiclayo, en Perú, «donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto, tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo»
Esa familiaridad se transformó en emoción con el agradecido recuerdo de su predecesor Francisco y de sus últimas horas en esta tierra. El Papa argentino que “bendecía Roma, daba su bendición al mundo, al mundo entero, aquella mañana del día de Pascua”, expresó su sucesor. Quien pidió dar continuidad a esa misma bendición: “Dios nos quiere bien, Dios los ama a todos, ¡y el mal no prevalecerá! Todos estamos en las manos de Dios. Por lo tanto, sin miedo, unidos mano a mano con Dios y entre nosotros, sigamos adelante. Somos discípulos de Cristo. Cristo nos precede.”
“El mundo necesita de su luz. La humanidad lo necesita a Él como el puente para ser alcanzada por Dios y su amor. Ayúdennos también ustedes, unos a otros, a construir puentes, con el diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos para ser un solo pueblo siempre en paz. ¡Gracias al Papa Francisco!”
Más de 100.000 personas presenciaron con júbilo este acontecimiento en la plaza de San Pedro,y más de 7000 periodistas de todo el mundo hicieron llegar esta noticia a nivel global.
Al finalizar su saludo, el Papa León XIV dió la bendición Urbi et Orbi.
Fuente:Vatican News