Mt 13,54-58 "¿No es el hijo del carpintero?"
Para la gente de Nazaret, un «hijo del carpintero» como era Jesús no podía tener la sabiduría y el poder que la gente le atribuía. Tampoco encajaban con el «hijo de María», una mujer también pobre y sencilla. Se les pasa por alto que María y José, en su sencillez, fueron magníficos colaboradores de la acción del Padre y del Espíritu en Jesús, como lo han sido para nosotros nuestros propios padres y tantas personas a las que debemos la vida y la fe. Gente sencilla, sin pretensiones, pero de una fe profunda que han sabido transmitir.
Gracias, Padre, por el testimonio de José, el carpintero, y de María, y de tanta gente a la que debemos la fe.